En un estudio, los científicos descubrieron una relación entre el entorno y la capacidad de concentrarse y procesar información. También concluyeron que el desorden en el hogar puede causar estrés, ansiedad y depresión. Sin embargo, debido a las diferentes percepciones del propio concepto de “desorden”, las emociones negativas pueden verse afectadas por una persona. Es sólo cuestión de tiempo que surjan conflictos entre los “limpios” y los “desordenados”.
Si ves esto en tu casa, merece la pena aclarar y quizá decir en voz alta qué entiende cada uno por limpieza. Esto es especialmente importante si tienes una familia numerosa, por ejemplo, si tienes hijos o vives con padres y abuelos.
Olvídate de las responsabilidades “masculinas” y “femeninas
Por alguna razón, todavía se cree que todas las tareas de la casa se pueden dividir por sexos. Un hombre no puede fregar una sartén igual que una mujer no puede limpiar un atasco en el fregadero. De hecho, el desagüe sólo se atasca una vez cada seis meses, y las sartenes grasientas hay que lavarlas todos los días. Esto crea un reparto sesgado de responsabilidades que, por regla general, afecta más gravemente a las mujeres.
Por cierto, los niños también deberían participar en la limpieza, independientemente de su sexo. Sí, serás mucho más rápido recogiendo los juguetes desparramados que un niño de tres años. Y probablemente pasarás la aspiradora mejor que un adolescente. Pero el trabajo duro y regular inculcará en tu hijo, si no la limpieza, al menos el hábito de participar en los asuntos domésticos.
Ármate de artilugios-ayuda
Y no se trata del proverbial “hace la lavadora”. Ordenar las cosas, cargarlas, tenderlas, desplegarlas lleva su tiempo. Nadie va al río con palangana, así que hacer la colada en la lavadora forma parte de la rutina.
Busca aparatos que faciliten las tareas complicadas y que llevan mucho tiempo. Por ejemplo, no te gusta fregar los azulejos oscuros del baño para eliminar la cal, y tienes que hacerlo con regularidad. Un limpiador a vapor doméstico se encargará de la placa incluso sin productos químicos agresivos. Un robot aspirador le ayudará a mantener limpios los suelos durante la semana, un limpiacristales pondrá orden en las ventanas y una mopa eléctrica eliminará la necesidad de correr por el piso con cubos y trapos.
Encuentra tus superpoderes
Es probable que en su lista de tareas haya algunas que no le resulten molestas (¡e incluso puede que las disfrute!). Por regla general, son las tareas que haces mejor que otras. Por ejemplo, a algunas personas se les da genial lustrar zapatos, mientras que a otras les gusta desordenar los armarios. Comenta con los miembros de la familia qué le gusta hacer a cada uno y asigna áreas de responsabilidad.
Puedes hacer una lista detallada de todas las tareas y marcar quién hará cada cosa. Lo principal es calcular los costes de tiempo y distribuirlos equitativamente. Si a una persona le toca limpiar el polvo y la otra hace todo lo demás, habrá conflictos.
