1. Analizar la situación
El agotamiento es una sensación de fatiga mental, física y emocional causada por un estrés prolongado. Y la mejor forma de combatir este sentimiento es el autoconocimiento. Sin embargo, estamos tan acostumbrados a responder a la pregunta “¿Cómo estás?” con un “bien”, “nada mal” o “bien” preparado de antemano, que cada vez resulta más difícil escuchar nuestras verdaderas emociones.
Un diario personal puede ayudarte a ponerte en orden. Si no encuentra la definición adecuada para describir sus experiencias, utilice la “rueda de las emociones”.
Intenta practicar el “análisis de los sentidos” cada semana. Dedica 20 minutos a ordenar tu estado mental, físico y emocional y anota tus observaciones. Y al final de cada mes, revisa las anotaciones anteriores. Esto te dará la oportunidad de observar patrones similares en tu estado.
Si notas que estás agotado físicamente, ajusta tu horario de sueño, intenta moverte más y revisa tu menú. Si el origen de tus problemas es mental, es importante que te asegures de que estás gestionando los límites entre tu vida laboral y personal: tómate descansos regulares y dedica tiempo a pasatiempos divertidos. Y el mindfulness, la socialización o la terapia son formas estupendas de deshacerse de las ansiedades emocionales que conducen al agotamiento.
2- Aprovecha las ventajas
Levanta la mano si disfrutas de cosas que te hacen sentir mejor. Sigue levantándola si esas cosas te resultan mucho más atractivas cuando son gratis. Sigues con la mano levantada, ¿verdad?