Cuando se tienen muchas cosas entre manos, la incapacidad para mantener la atención en las tareas durante largos periodos de tiempo puede tener consecuencias desastrosas para la productividad. Pero en lugar de luchar contra esta desventaja, intenta convertirla en tu ventaja y trabajar en una serie de periodos más cortos en lugar de correr una maratón.
Qué son los sprints de productividad
La esencia de este método es extremadamente sencilla y consiste en alternar intervalos cortos de trabajo con descansos. Eso es todo. Pero como las pausas son esenciales para la productividad, el método es realmente eficaz.
Sí, es similar a la conocida técnica Pomodoro, que también propone combinar periodos de trabajo estrictamente cronometrados con pausas. Dicho esto, hay algunas diferencias. Los sprints de productividad son un método mucho más flexible. Mientras que con Pomodoro tienes que trabajar durante 25 minutos y descansar 5, con los sprints decides cuánto tiempo necesitas (o eres capaz) de mantener tu atención en una determinada tarea y estableces un temporizador en función de ello.