3. Mantener las conexiones sociales
Investigadores del Reino Unido estudiaron los efectos del aislamiento y la soledad durante la pandemia de COVID-19 en nuestras capacidades mentales. Resultó que mejoran significativamente cuando tenemos la oportunidad de socializar con otras personas.
Envía mensajes de texto a tus padres, reúnete en un café con amigos o pasa una tarde tranquila con un ser querido y te sentirás mucho mejor.
4. Probar cosas nuevas
Seguro que conoces a alguien que siempre está ocupado con diferentes aficiones. Pintan, aprenden a tocar el piano, estudian francés, escriben poesía o hacen manualidades inusuales.
Es hora de tomar ejemplo de ellos. Las investigaciones demuestran que aprender cosas nuevas ayuda a mantener la salud del cerebro y afecta positivamente a la formación de conexiones neuronales.
Por supuesto, si ya estás ocupado, no querrás abarcar aún más. Añade cosas nuevas a tu vida diaria poco a poco, como probar recetas inusuales o tomar rutas diferentes para ir al trabajo.
5. Sé más amable contigo mismo
Si ha intentado todo lo que se le ha ocurrido pero la niebla en su cabeza sigue sin despejarse, no se reprenda. Vivimos tiempos extraordinarios, así que muéstrese un poco más compasivo consigo mismo. Perdónese por pequeños errores, como otra llave perdida o una discusión con su jefe.
En caso de que tu estado se convierta en una auténtica depresión, acude a un especialista. Él te ayudará a solucionar tus problemas emocionales y a volver a ser productivo.
Es importante aprender a aceptar el hecho de que ahora mismo puede que no seamos la mejor versión de nosotros mismos. Puede que esté totalmente fuera de nuestro control. Pero si empezamos a darnos cuenta de lo que “alimenta” nuestro cerebro y lo hace funcionar con gusto, podremos por fin tener la capacidad de disipar la niebla y seguir avanzando.