Las gratificaciones forman parte de un paquete de compensación laboral y, por extraño que parezca, pueden contribuir en gran medida a aliviar los síntomas del agotamiento. A pesar de ello, muy pocas personas aprovechan al máximo las bonificaciones.
Averigüe qué hay disponible en su lugar de trabajo. Puede que una empresa ofrezca a sus empleados mucho más que descuentos en sus productos y servicios, vacaciones extra o matrículas y cursos de reciclaje. Consulta todo esto con tu director de Recursos Humanos o con el departamento de Recursos Humanos.
3. Asignar tiempo libre
Muchos de nosotros no somos conscientes de lo importante que es el descanso. Mientras que las pausas regulares son la principal forma de hacer frente al agotamiento. Por desgracia, esto no siempre funciona. Puede que tu jefe esté repartiendo instrucciones a pesar de tus vacaciones, y que vuelvas al trabajo cansado y agotado incluso después del fin de semana.
Los acontecimientos recientes, incluida la pandemia, han agotado nuestras reservas de energía y han acercado el burnout más que nunca. Tomarse un tiempo fuera del trabajo puede ayudar a mejorar su calidad y dar un descanso a tu cerebro. Vaya a un museo, haga una excursión a la ciudad de al lado o simplemente duerma bien. Notará una mejora inmediata.